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CASTELLANO.

Tuesday/7/juli/2020.


Buenos días mis queridos estudiantes, espero que se encuentren muy bien.

Escribe la fecha en el cuaderno de castellano.

Escribe el siguiente cuento

Encierra con color los diminutivos

Realiza el dibujo del cuento

El reloj dorado.


El niño Miguelito iba a la estación del tren todos los días; no obstante, nadie sabía con exactitud a quién esperaba, ya que siempre observaba su relojito dorado.

Los niños del barrio se reían del pobrecillo Miguelito, pues él era muy extraño y siempre vestía de blanco, haciendo pensar a los demás que se dirigía a una boda.

Además, el pobre Miguelito llevaba en todo momento puesto un sombrerillo muy elegante, el cual se encargaba de complementar con un bigotito demasiado peculiar y unas gafitas redondas.

Sin embargo, un día, el chiquitín se percató de que los pequeños se reían de él y se acercó a ellos con su relojito dorado y un bastoncillo de madera que siempre llevaba consigo.

Les dijo: «Aunque ustedes pequeñines no me crean, mi función en la estación es más importante de lo que parece. Sin mi presencia, los trenecitos nunca saldrían hacia sus destinos».

Asimismo, el pobrecillo Miguelito les contó que durante años le había dado cuerda a los relojitos de la estación y que él controlaba la salida de los trenecitos. Ninguno podía salir antes o después de la hora indicada.

Aun así, los niños no entendían la razón por la que Miguelito siempre iba tan elegante; sin embargo, él se encargó de decirles que vestía así porque esperaba a alguien, pero en ese momento no pudo contarles esa historia.

Los niños seguían sin creerle a Miguelito, puesto que sabían perfectamente que los trenecitos modernos no necesitaban de una persona que vigilara los relojes. Igualmente, tampoco lo podría hacer un viejo relojito dorado.

Lo cierto y que, además, favorecía a la historia de Miguelito, era que la estación de trencitos era la única en todo el país donde nunca había llegado alguno con retraso. Además, cuando el pobrecillo llegaba a la estación lo hacía muy feliz, pero al momento de retirarse su cara lucía muy mal.

Un día como cualquier otro, una ancianita se bajó de uno de los trencitos. Los niños se quedaron atónitos, pues vestía de una manera demasiado peculiar, con un vestido blanco y una sombrilla.

La ancianita se dirigió a la banca en la que siempre permanecía Miguelito y se sentó sin decir nada. Poco después, ambos se abrazaron con efusividad.

La ancianita le dijo a Miguelito que la llevara a tomar café con galletitas, a lo que él respondió afirmativamente y los dos salieron de la estación con una gran sonrisa.

Al siguiente día, los niños esperaron durante horas a Miguelito y su relojito dorado, pero él nunca apareció y desde ahí nunca más los trencitos fueron puntuales.

Los pequeños llegaron a la conclusión de que todo lo que decía Miguelito sí era verdad y durante un largo tiempo lo extrañaron.

Tiempo después, él y la ancianita pasaron por la estación, pero no volvieron a entrar.

FIN

NOTA: LA LETRA DEBE ESTAR BIEN BONITA Y LEGIBLE.RECUERDA DE SUBIR Y BAJAR LAS LETRAS,CALIFICO ORTOGRAFÍA,LETRA Y DIBUJOS COLOREADOS

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